Enfrentar una crisis económica en pareja es muy importante porque el título está asumiendo que las crisis económicas, o los retos que tú vas a tener en el tema financiero, ya no los vas a hacer por separado. Ya no es 'yo arreglo mis cosas y tú arreglas las tuyas'. Tú tienes tu nómina, tú tienes tu sueldo en nuestra empresa; yo tengo la mía, y en algunos momentos coincidimos. A veces pongo yo un poquito, pero cada quien tiene las cosas en canastas separadas.
Cuando tú ya estás jugando en pareja en un plan a largo plazo, la mejor idea, lo que más conviene para poder potenciar el crecimiento, es hacer las cosas en equipo. Entonces, entre los dos, juntan los recursos, que se hacen mucho más grandes, y eso les permite ponerlos en diferentes espacios para poder hacer multiplicación de los recursos y del alcance que tienen cuando tienen un reto. Cuando tienen un problema, entonces también es mucho más gratificante saber que cuentas con él, en que te está ayudando, al tú por tú. Estamos los dos juntos y entre los dos vamos a encontrar la manera de salir de esto.
El primer paso frente a la crisis económica estando en pareja es reconocer el tamaño real de la crisis. Reconocer el tamaño real porque a veces dejamos que el problema se vaya acumulando, se vaya acumulando, se vaya acumulando, y ya ni siquiera lo queremos voltear a ver. Por ejemplo, con las deudas, un día dices: 'Es que no puedes pagar', y ya no quieres voltear a ver el recibo. Te llega el recibo y ni siquiera lo abres, y como te llegó, lo tiras. Y llega otro, y como te llega, lo tiras así, y empiezas a ignorar las llamadas y empiezas a jugar a que el problema no está ahí. De repente, el problema empieza a escalar, se hace más grande. O en algún momento, tal vez te quedas sin trabajo y sabes que tienes dinero para sobrevivir, que es cantidad de tiempo, pero ya no quieres ver tu estado de cuenta y ya ni siquiera quieres decir al cajero cuánto dinero te queda porque tienes miedo de que te quede menos. Entonces, vas por allí gastando con la tarjeta, cruzando los dedos de que siga pasando y de que todavía tenga su oportunidad de utilizarla una vez más.
El primer paso es reconocer la crisis, enfrentarlos juntos, decir 'sabes que tenemos este problema', y poner todo en la mesa, hacer cuentas y sumar de qué tamaño es el problema.
Algo también importante es que, ya estando en equipo, haciendo las dos cosas juntos, ahí hay dos cosas que se tienen que tomar en cuenta: uno es disminuir los gastos, y lo otro es aumentar los ingresos. Aumentar los ingresos es más importante que disminuir los gastos. El consejo común, lo que tú puedes encontrar en todos lados, lo que el sentido común te dice frente a una crisis así, es recortar todos los gastos. Y si bien eso te va a ayudar a sobrevivir más tiempo, emocionalmente va a generar un bajón importante a las dos personas, les va a dar un bajón, se van a sentir mal porque van a empezar a vivir en escasez.
Cuando tú vives en un estado mental, en el estado emocional de escasez, es mucho más complicado poder construir más riqueza y construir más cosas. Lo que tendrías que poner atención es ver de todos los gastos que tienen cuáles son los gastos que tienen una gratificación emocional y cuáles son los gastos que son cada vez un poco más frívolos o que son un poco menos importantes. De las diez cosas que ustedes hagan, tal vez habrá una o dos que son realmente importantes, y lo demás lo pueden compensar, pero no piensen en compensar como cortar, piensen en compensar como dejar de hacer una por hacer otra. Por ejemplo, Marín y yo estamos acostumbrados a que una vez a la semana vamos a un centro comercial que está por aquí cerca, y hay como un lugar de juegos para niños que tienen alberca de pelotas y muchas cosas, y ahí tienen una niñera que te ayuda a cuidar a los niños. Tú vas, yo voy con la cola, y nos quedamos ahí con ella jugando un rato los tres y después se queda la niñera con una de las niñas ahí jugando en el espacio, y nosotros salimos a tomarnos una copa o a comer algo en el mismo centro comercial.
Si hubiera un reto económico, no cortas la salida de convivencia. La salida de convivencia es importante. Lo que cortamos tal vez sería que la niñera nos ayude o tal vez la comida. En lugar de ir a ese centro comercial y hacer eso y gastarnos equis cantidad de dinero por 100 dólares, ahora agarramos y nos vamos a un parque donde llevamos nuestra comida y donde seguimos conviviendo con la niña, seguimos conviviendo con Lola, seguimos comiendo nosotros, seguimos estando en ese espacio que se motiva emocionalmente gratificante, pero no se cancela el evento, porque el evento tiene un objetivo emocional que es mantener la moral alta para que puedan seguir buscando la manera de resolver las cosas.
Si ustedes se empiezan a cortar todo y deciden quedarse encerrados en casa hasta que se resuelva, no van a tener creatividad suficiente para poder generar nuevas fuentes de ingreso, que es lo realmente importante. Lo importante no es cortar gastos. Lo importante es aumentar tus fuentes de ingresos. Una vez que ya te diste cuenta cuáles son todas las cosas que hay que reacomodar, que hay que reajustar, y que ya sabes de qué forma puedes aumentar tu fuente de ingreso, porque hay que planear tus aumentos de fuente de ingreso, hay que generar todo esto en un plan de acción. Necesitas tener un calendario y ahí poner qué día de la semana van a ser cada cosa, qué cosa vas a hacer tú, qué cosa va a ser él o ella y qué va a ser tú, para que entonces puedan todos los días estar conscientes de que están dando un paso adelante de cómo resolver la crisis.
Si tienes recursos adicionales y puedes ponerlos al centro, lo haces. Si él o ella tiene recursos adicionales que pueden poner al centro, lo hacen, porque están pensando en el beneficio de los dos. No están pensando en el beneficio de cada quien. Este, yo creo que lo más importante de todo es que las crisis, tanto los momentos malos como los momentos buenos, se viven en pareja y se viven juntos. Entonces, lo que arrastre a uno, el otro tiene que estar ahí poniendo su 100%. Si tú lo ves de esa forma, van a poder salir adelante mucho, pero mucho más rápido.
