Detrás del apego afectivo o de la dependencia emocional, que realmente es una dependencia afectiva, como ocurre con cualquier tipo de adicción, hay un miedo especial, un miedo básico. Que define un vínculo, este se establece a través de la dependencia. Ese miedo, lleva a que uno se corrompa, y que empiece actuar y a desarrollar estrategias que terminen afectando su propio ser.
Si una persona piensa, que su pareja es su único sentido de vida. Que se realiza a través de él o ella, o que determine su propia identificación como persona, depende de que su par exista. El miedo más grande va a ser, a perderlo de cualquier manera. Ya sea porque, tenga una enfermedad y fallece, porque algún día se aburre de él o porque simplemente empieza a no querer estar más en esa relación.
Ese miedo al abandono, hace que, si eres dependiente de tu mente permanentemente, esté evaluando si todo está bien o todo está mal. Si hay pequeños esbozos de desamor que tanto están justificados, o no están justificados. Tu mente pierde una cantidad de tiempo y de energía increíble en escanear al otro para entender cómo está la relación.
¡Qué hago para evitar ese miedo! Pues, tengo que asegurarme de que todo funcione bien, entonces la persona dependiente sale de la ecuación, y pasa a estar en un segundo plano. Aquí lo importante, es que su pareja se sienta contento, esté tranquilo; y se servicie con usted, que pueda darle gusto en casi todas las cosas; que no tenga quejas, que no haya por ahí un vacío donde llegue cualquier tercero, que pueda reemplazar su lugar.
¿Y qué hay detrás del miedo? Detrás del miedo, hay dos situaciones: La idea de que, es especialmente débil, que no puede enfrentar la vida solo, o sola, entonces necesita a alguien más fuerte, para que lo acompañe, se haga cargo de usted. Es una dependencia basada en la debilidad. Usted como persona es incapaz de encarar la existencia solo.
La segunda situación que está detrás del miedo, es la idea de que no es querible por alguna razón, que generalmente se justifica por cómo ha sido educado uno, el desamor o la privación afectiva que ha tenido en su infancia, o en algunos momentos de la vida, o los fracasos afectivos.
Usted cuenta con baja autoeficacia, no confía en sí mismo. Y ese es el ciclo en el que se puede quedar mucho tiempo. ¡No tiene que enfrentar este problema solo! Puede buscar estrategias dignas, hablar directamente con un profesional y solucionar su problema de apego emocional.
Principalmente comenzar a valorarse. Entender que, si es querible, que su valía personal está más fuerte y es mucho más intensa de lo que usted cree. Empezar a desarrollar fortaleza. El amor empieza por casa.
Piense sobre esto y va a ver, que esa dinámica está ahí, y si se puede resolver. Cuando usted decida que vale más de lo que cree, si es más fuerte de lo que cree.
