¿Cuántas veces en los debates
familiares no hemos dicho: "Mira a esa persona, ¿seguro que es narcisista”
o “Aquel deportista es muy narcisista” o “Este familiar o mi jefe o mi amigo es
muy narcisista”? Son expresiones que utilizamos mucho a diario, pero ¿qué hay
de cierto en todo lo que decimos?
Normalmente entendemos que alguien narcisista es una persona
que se considera el ombligo del mundo, lo más importante. "Yo soy lo más
importante que hay en este planeta y ustedes no me llegan ni a la suela de los
zapatos". Y bueno, la verdad es que no está muy desencaminado el
conocimiento popular sobre el narcisismo, ya que se trata de un sentimiento de
superioridad, pero que también alberga otro tipo de conductas.
Entonces, hoy vamos a tratar sobre el trastorno narcisista
de la personalidad, que está recogido como trastorno en el DSM-5. De acuerdo,
seguro que todos hemos tenido algún jefe, algún amigo, algún conocido, algún
familiar, y vas a pensar: "todo lo que dice, encaja perfectamente en estas
características que va a decir". Aunque ha dicho que no voy a decir las
más de las nuevas características, y se supone que el trastorno narcisista de
la personalidad se puede empezar a diagnosticar como tal si se cumplen cinco de
estas características. De acuerdo.
La persona narcisista no tanto nace, sino más bien se hace.
Entonces, lo que hoy alguien puede ser catalogado como un narcisista no
significa que el día de mañana no pueda cambiar, ¿de acuerdo? Esto hay que
dejarlo muy claro. Me gusta dejarlo claro porque las personas tenemos ese
potencial de cambio. Entonces, si alguien es narcisista mañana, puede serlo.
El narcisista tiene un patrón de comportamiento de grandeza.
Se cree superior a los demás, se cree mejor que los demás. Tiene mucha
necesidad de admiración, necesita ser admirado. Por eso, su discurso está lleno
de alabanzas sobre sí mismo. "Yo he hecho esto, yo he hecho lo otro, y he
conseguido aquello. Yo he conseguido todo". Y muchas de estas invenciones son
eso, invenciones. No son verdad o lo exagera para recibir la admiración, para
recibir el respeto de los demás. "Mira este, que grande que es, que
maravilloso es, que ideas ha tenido. Es fantástico, es fantástica".
Por otro lado, se cree especial y único. Cuidado, yo soy
aquí, no solamente soy mejor, señor, es especial, y nadie está a mi nivel. Y
solamente tiene una relación de tú a tú con los que él o ella cree que están a
su nivel. Por ejemplo, un jefe tratará de “tú a tú” a otros jefes o a otros
empresarios, pero no a los trabajadores, porque esa es otra de las
características. El narcisista, el que tiene trastorno narcisista de la
personalidad, trata a los demás conforme a sus intereses. "Tú me interesas
para conseguir un objetivo". Luego, también esta falta de empatía, que es
otra de las características, que utilizo como herramienta, como un ajedrez. No,
yo voy a jugar mi partida de ajedrez. Imagínate que soy un empresario que
necesita conseguir un objetivo, unos beneficios. Pues, mis trabajadores son mis
peones, son mis piezas de ajedrez. Yo carezco de empatía completamente, me da
igual lo que les pase a ellos mientras yo sea el beneficiado. A mis
trabajadores, como no están a mi nivel, los trataré como eso, como simples
peones que me sirven a mí para conseguir mis objetivos.
Pero a otros jefes, o a otros empresarios, o a gente, o a
políticos, gente que yo crea que también es especial como yo, sí los trataré
más de tú a tú. Los trataré con el respeto que, según mi criterio, se merecen.
Por otro lado, muestran mucha envidia hacia los demás y también creen que les
envidian a ellos. Creen que son objetos de envidia, porque "mira lo que
tengo, mira mi superioridad, mira mi conocimiento, mira mis logros".
Aunque muchos sean inventados, porque, además, son muy mentirosos. Los
narcisistas son muy mentirosos. Nunca tienen la culpa de nada. Si algo sale
mal, ha sido tú o ha sido otra persona. "Yo nunca he hecho nada malo, por
supuesto que no, yo me lavo las manos". He metido la pata hasta el fondo,
pero a ti no te lo voy a decir. Y el mismo me creo que no la he metido la pata,
además, es que me creo mis propias mentiras. Y por supuesto, son muy
arrogantes. No es como otro tipo de trastorno que muestran simpatía. Los
narcisistas no son simpáticos. Realmente son muy arrogantes, a no ser que seas
de su mismo nivel, entre comillas. Si no estás a mi nivel, te miro por encima
del hombro y te hablo como me da la gana, sin ningún tipo de respeto.
Yo he vivido en primera persona, he conocido gente que
cumplían varias de estas características, y sinceramente, el trato con ellos es
muy desagradable, y hay que tener mucha, mucha paciencia. Eso para las cosas,
cómo tratar con alguien con este tipo de trastorno. Hay que pensar, como he
dicho en un principio, que las personas solemos conformarnos a través de
nuestro aprendizaje, de nuestra cultura, de nuestra familia, de nuestros
amigos. Todo lo que nos ocurre nos hace ser de una forma determinada en el
presente. Entonces, que alguien sea narcisista ahora no significa que, dentro
de una semana, dentro de un mes, lo siga siendo.
Primero, hay que darse cuenta de las implicaciones que
tiene, con uno mismo, con los demás. Porque el narcisista después se ve muy
solo, pero no se da cuenta de que es por su responsabilidad, por su forma de
comportarse. Por tanto, una forma de relacionarse con estas personas es saber
que los ha llevado a eso, saber que son víctimas de las circunstancias, y tener
muchísima paciencia. Muchísima paciencia, no tomar en serio realmente aquello
que dicen. Que conocí narcisistas muy mentirosos, que sabía que me estaban
mintiendo. Digo, "Bueno, si tú eres feliz creyendo que me estás mintiendo,
allá tú". Entonces, es una de las claves, tener paciencia, comprender que
han sido víctimas de las circunstancias y saber que ellos también quieren ser
felices. Lo único, es que van por el camino un poquito incorrecto.
