Solamente, el 4% de las personas que tienen dislexia tienen diagnósticos. Imagínate. El 90% de las personas con dislexia no saben que la tienen. La dislexia no está relacionada con la inteligencia general. Casi nos cuesta más a las personas con dislexia darnos cuenta que a las personas sin dislexia.
Porque, claro, ves que no alcanzas donde alcanza el resto. Desde pequeño, tienes que hacer más para llegar a donde está el resto, inventarte cosas, aprenderte las cosas de memoria, trucos... Dices: "Es que, realmente, soy tonto", y lo piensas de verdad.
Cuando yo era pequeña, no pensaba que iba a terminar el colegio. Y, por aquella época, yo tenía un sueño, un sueño que se me repetía. Soñaba que tenía entre mis manos un sobre, y era el sobre de las notas. Y yo, con toda la esperanza y con todo el miedo, cogía ese sobre y lo abría, y, de repente, eran todo sobresalientes. Y, entonces, en el sueño me empiezo... Bueno, una felicidad de: "Se lo tengo que decir a mis padres". Entonces, empezaba a correr, y me despertaba y me daba cuenta de que yo sacaba malas notas. Me despertaba en la pesadilla. O sea, la realidad era la pesadilla y tener un sueño feliz para mí era una pesadilla porque cuanto más alto soñaba, cuanto más feliz era lo que pensaba, más dura era la bajada a la realidad.
Y la dislexia no debería ser un problema tan serio, afecta a la lectura y la escritura, se puede solucionar, no debería ser algo tan serio.
Pues gamificarte un poco las tareas, por ejemplo, en vez de competir con tus compañeros, tú vas contabilizando cuánto tardas en hacer las cosas, y dices: "A ver si mañana tardo menos". Yo llevo así toda la vida, sigo haciéndolo. Intentando mejorar pero contra ti mismo, la comparación contra el resto no es justa. Y, luego, hay otra cosa que te quiero decir, y es que ahora tú estás desarrollando fortalezas que no eres consciente de que las estás desarrollando pero las estás desarrollando, y nadie con dislexia, de pequeños, somos conscientes, pero es así.
Cuando tú llegas al mundo real, que ahí no hay profesores, no hay exámenes, no hay evaluación, serás una persona más, pero cuando te caigas, te vas a volver a levantar. Y lo sabes hacer porque lo has hecho un montón de veces. Entonces, vas a tener capacidad de trabajo, más capacidad de trabajo que nadie, capacidad de resiliencia, de volverse a levantar, tolerancia a los errores. Las personas que han tenido siempre buenas notas se equivocan, tienen un error y se hunden y se quedan ahí.
Probablemente, hayas desarrollado un montón de fortalezas, los disléxicos, al compensar, desarrollamos fortalezas: intuición, creatividad... Por ejemplo, el estudiar con esquemas al principio parece una tontería pero luego te hace que aprendas los conceptos independientes del lenguaje. Mientras la gente se aprende las cosas de memoria, solo se lo pueden aprender así, entonces, eso como que les limita, nosotros, al tener que aprender de verdad, porque como no lo podemos aprender de memoria, nos lo tenemos que aprender de verdad, eso lo que te hace es poder ser creativo y poder mezclar ideas y poder pensar de una manera más libre sin ser esclavos del lenguaje.
De verdad, hay un montón de cosas que, a lo mejor, no te das cuenta, pero hay montón de cosas que en la vida real te van a servir muchísimo. Y ahí, que es, realmente, donde uno se la juega, ahí te vas a poder volver a levantar, porque tú sabes hacerlo.
