La incontinencia urinaria es una de las disfunciones que con más frecuencia los fisioterapeutas tratamos en consulta. Sería una pérdida de orina involuntaria que tiene una medida objetivable, es decir, que se puede medir y que supone para el paciente o la paciente un problema de tipo social o de higiene.
Existen distintas manifestaciones clínicas de la incontinencia urinaria, y por eso hablamos de distintos tipos de incontinencia. Existe una incontinencia urinaria que llamamos de esfuerzo, la cual está relacionada con las actividades físicas, como por ejemplo la que aparece cuando tosemos, reímos, estornudamos o realizamos ejercicio físico. Estas pérdidas de orina varían en cantidad, pueden ir de un par de gotitas a una micción completa. En cualquier caso, debemos saber que no es normal que una pérdida aunque sea muy pequeña no es algo normal, puesto que nuestro suelo pélvico debería contener la orina y no tener ningún tipo de pérdidas.
Hablamos también de una incontinencia urinaria de urgencia, que se asocia a unas fuertes ganas de orinar, a una imperiosidad. Se asocia a una vejiga hiperactiva y se acompaña de la urgencia miccional, de esa sensación de no poder llegar al servicio y, efectivamente, tener una pérdida de orina.
Hablamos de incontinencia mixta cuando se produce una asociación de los dos tipos anteriores de incontinencia urinaria, de esfuerzo e incontinencia urinaria de urgencia, que se pueden combinar de manera variable en el mismo paciente.
¿Quiénes están en riesgo de sufrir incontinencia urinaria? Hay personas que pueden estar más predispuestas por su estilo de vida o por el momento de su vida en el que se encuentren, como por ejemplo el embarazo. El embarazo es una etapa, principalmente la última, en el último trimestre, ya que el peso del abdomen sobre el suelo pélvico es importante y suele suceder la incontinencia urinaria de esfuerzo. Al realizar esos actos que te decía, como toser o estornudar, puede producirse el escape de orina. Por eso, es un grupo de riesgo que tiene que preocuparse de ejercitar la musculatura del suelo pélvico para evitar la incontinencia.
Otro grupo de riesgo son las mujeres en etapa de menopausia. Incluso un poquito antes, ya deberíamos empezar a trabajar esa musculatura para evitar los escapes de orina durante este periodo. También, tras la operación de próstata en el hombre, hay un periodo en el que la incontinencia urinaria puede aparecer, y desde la fisioterapia de suelo pélvico, hay muy buenos resultados de tratamiento.
Hay enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple que también llevan asociada la incontinencia urinaria, y lo mismo desde la fisioterapia se puede hacer un buen trabajo para eliminar o reducir esos síntomas, y mejorar la calidad de vida del paciente en gran medida.
Un aspecto muy importante y que a veces se desconoce o se pasa por alto son los grupos de deportistas de alto impacto e hiperpresivos. Parece que podría ser que, no fuéramos ninguno de nosotros, pero a lo mejor sí lo somos. A lo mejor te gusta correr y eres una persona deportista. ¿Alguna vez has sentido alguna pequeña pérdida, algún escape de orina? Tampoco es normal. Lo que ocurre es que estás sometiendo a tu suelo pélvico a una serie de presiones. El impacto contra el suelo, va a producir que tu vejiga y tu uretra sufran, y tu suelo pélvico, si no tienes una musculatura fuerte y capaz de contener la orina, puede que aparezcan esos escapes también en los deportes hiperpresivos.
Y cuando me refiero a hiperpresivos, no solo me refiero a la halterofilia, que no es una práctica muy común y muy extendida, pero sí, por ejemplo, si realizas los abdominales tradicionales. Aunque creas que van a tonificar tu abdomen y vas a conseguir esa tableta de chocolate que tantos ansiamos, es muy probable que si tu suelo pélvico no se encuentra en buen estado, a medida que realices estos abdominales durante semanas, meses y años de tu vida, vas a someter al suelo pélvico a unos esfuerzos que tiene que contrarrestar, y puedes acabar sufriendo incontinencia urinaria.
Hay otros tipos de abdominales que puedes realizar y que son protectores respecto a tu suelo pélvico, como los abdominales hipopresivos, y también otros abdominales en los que trabajamos el transverso del abdomen, un músculo profundo de la cinta abdominal que es muy importante trabajar, porque actúa de manera sinérgica con el suelo pélvico. No solo no lo perjudica, sino que además va a mejorar ese tándem que supone el suelo pélvico y el transverso del abdomen.
Otra de las situaciones en las que puede aparecer la incontinencia urinaria es asociada a lo que denominamos prolapso. Un prolapso es un descenso de una víscera pélvica, por ejemplo, de la vejiga o de la uretra, o del útero o el recto en el caso de la mujer, a través de la vagina. Hay distintos grados de prolapso, pero es muy común que una de las sintomatologías que asocia al prolapso sea la incontinencia urinaria.
¿Qué podemos hacer si tenemos incontinencia? Lo primero es no conformarse y no dar por hecho que es algo habitual que aparece con la edad. Es cierto que a medida que aumenta la edad, como por ejemplo decíamos en la menopausia con la pérdida de hormonas, los tejidos del suelo pélvico sufren un debilitamiento, pero no hay que conformarse. Lo que tendremos que hacer es ejercitar, y realizar una reeducación pelvis perineal.
¿En qué consiste una reeducación pelvis perineal? Pues en fisioterapia de suelo pélvico, lo vamos a enfocar desde varios frentes. Por un lado, vamos a fortalecer la musculatura del suelo pélvico, la que se encarga propiamente de sostener y de contener la orina. Es muy importante. Hay distintas técnicas para reforzar esta musculatura. Podemos utilizar las típicas contracciones, ejercicios de Kegel. También podemos utilizar bolas chinas, con las vaginales utilizar el biofeedback, la electroestimulación. Hay un arsenal de herramientas que los fisios ponemos a tu disposición.
Es muy importante, sobre todo, que un buen especialista evalúe tu caso con distintas técnicas, como por ejemplo, un calendario vesical. Un calendario vesical es un registro durante 24 horas de las veces que vas a hacer pis, de la cantidad que orinas y también de los líquidos que ingieres. Esto, a los fisioterapeutas, nos da mucha información, porque nos permite diferenciar si tu caso está más asociado a incontinencia urinaria de esfuerzo, de urgencia. También podemos medir las pérdidas que tienes en un día.
Con toda esta información, el fisio va a evaluar y va a diseñar un plan de tratamiento que incluirá, como te decía, el objetivo de reforzar la musculatura del suelo pélvico. También, y muy importante, trabajar la ciencia abdominal y reequilibrar las presiones que se producen dentro de nuestro abdomen. Lo que te comentaba antes, esas toses, estornudos, esfuerzos al coger peso, etcétera, vamos a tener que reeducarlos para que no ejerzan una presión excesiva sobre el suelo pélvico.
Y por último, vamos a reeducar los hábitos posturales. Es muy importante que mantengamos una postura adecuada, ya que el suelo pélvico está diseñado para ejercer su función en una correcta postura. Así, variamos esa postura con problemas lumbares, con malas posturas a lo largo del día, nuestro suelo pélvico no va a actuar de manera correcta, desde luego. Este es un punto muy importante que desde la fisioterapia hacemos mucho, los hábitos posturales.
Y para terminar, vamos a reeducar las actividades diarias, las actividades cotidianas. A veces, la incontinencia se puede mejorar simplemente llevando unas pautas de micción. No hay que ir cada cinco minutos al baño. A veces, no es necesario ni hacer ese pipí por si acaso antes de salir de la oficina o antes de salir de casa si ha sido hace 10 minutos. Todo esto lo podemos valorar en consulta y diseñar un plan de tratamiento.
Espero que hayas comprendido qué es la incontinencia urinaria y también espero haberte transmitido ánimos para que, si la padeces, pongas remedio, porque existen muchas técnicas que van a mejorar estos síntomas y van a mejorar tu calidad de vida.
