El DSM-5, que es el manual estadístico que usamos los
psicólogos para diagnosticar, clasifica tres tipos de trastornos de la
alimentación. El primero es la anorexia nerviosa, el segundo la bulimia
nerviosa, y el tercero son los atracones.
Mucha gente relaciona estos trastornos con mujeres, vanidad,
cultura, moda, etc., pero en realidad son múltiples factores los que pueden
causar esto, tales como la personalidad, la genética, la biología, algún
trauma, ansiedad, depresión, y no solamente las mujeres jóvenes lo viven, sino
hombres y mujeres de cualquier rango de edad. O bien, hay algunos deportes que
exigen tener cierto peso y de ahí se puede desencadenar un problema de la
conducta alimentaria, como bailar ballet, boxeo, natación, o cualquier otro
deporte que requiera cierto peso para entrar al equipo.
Vamos a empezar hablando de la anorexia nerviosa. La
anorexia es una restricción del alimento, es pensar en otros alimentos todo el
día, contar calorías, ver tu cuerpo distorsionado en el espejo y ver un peso
mayor al que tienes. Todas tus horas se van dedicadas a pensar en eso, todos
tus compromisos, tus relaciones, todo gira en relación a la comida. Es difícil
de tratar porque la persona no quiere cambiar, su cerebro piensa que es lo
correcto. Su cerebro tal vez no está funcionando bien porque no tiene ese
alimento. Las faltas de calorías se empiezan a comer primero la grasa y luego
poco a poco los músculos. Puede llegar hasta su corazón a tener fallas.
Es una enfermedad peligrosa si no se atiende. La manera de
tratarlo es con un equipo de profesionales, tantos nutriólogos, psicólogos,
psiquiatras, donde en conjunto pueden hacer un plan para que la persona salga
adelante. Un plan conductual al principio, porque la persona no quiere cambiar,
entonces necesitan nutrirla primero para después pensar y atender todas esas
emociones, traumas, sentimientos que la hacen querer restringir el alimento.
La bulimia nerviosa, según el DSM-5, es un atracón con
conductas compensatorias, tales como el vómito, la purga o el ejercicio, por
mínimo 3 meses. Es decir, las personas comen tanto que luego se sienten mal por
eso y tratan de eliminar esas calorías de alguna forma.
Por último, están los atracones. El DSM lo define como comer
mucho en poco tiempo sin purga o vómito y alguna conducta compensatoria. Debe
pasar una vez a la semana mínimo tres semanas. No es solo comer mucho una vez
en Navidad que te excedes, sino es una vez a la semana, comer de una manera imparable,
con cantidades exageradas que sabes que están mal. Te sientes lleno y no puedes
parar de comer. Al finalizar, existe mucha culpabilidad. Los estudios
demuestran que las personas que hacen esto tienen muchos sentimientos de
tristeza, enojo y frustración.
Para el tratamiento, las terapias más estudiadas son la
terapia interpersonal, la terapia dialéctica conductual y la terapia cognitiva
conductual. También es muy importante que la familia de la persona esté
involucrada en el proceso para que entiendan todo lo que está viviendo ese
familiar. Hay ocasiones en que los medicamentos se pueden utilizar para ciertos
trastornos de la conducta alimentaria y pueden funcionar para que el paciente
piense mejor. También hay ocasiones en que la paciente puede estar tan grave
que no queda de otra más que internarse en un centro de rehabilitación para
poder seguir adelante.
Si tú no tienes ese trastorno y lo ves como un observador,
puedes decir: "¿Por qué se harían eso? ¿Por qué dejarían de comer o por
qué comerían de esa manera?". Pero en realidad, hay muchos sentimientos
detrás de esa persona. Por ejemplo, lo pueden usar como una manera de sentirse
queridos, aceptados, como una manera de afrontar la vida, como una manera de
tener el control, como una manera de no sentir nada, una manera de
autolesionarse porque no quieren sentir tanto el dolor. Todos estos patrones de
pensamientos y sentimientos se pueden tratar adelante la terapia, una vez que
la persona ya cambié esos comportamientos de alimentación.