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Vence tus fobias y supera tu ansiedad

Las fobias son el trastorno de ansiedad más común de todos. Una fobia es un miedo exagerado o irracional hacia un objeto, animal, persona o situación. Si tienes una fobia y quieres superarla de una vez por todas, tal vez llevas años con ella y te afecta en gran medida tu calidad de vida.

Empecemos por entender cómo funcionan las fobias. Nuestro centro emocional del cerebro tiene una estructura llamada amígdala, que es como un centro de control. Cuando percibe peligro, presiona un botón de alarma que manda una señal al cuerpo. Esto nos provoca todo tipo de síntomas que nos preparan para pelear o para correr en un intento de protegernos del peligro. A este proceso se le conoce como ansiedad.

Así que la ansiedad es algo normal, todos la sentimos cuando estamos nerviosos o preocupados en mayor o menor medida. Pero cuando nuestra amígdala nos manda señales de alarma exageradas en situaciones donde no debería mandarlas, es decir, en situaciones donde no representa ningún peligro, decimos que tenemos un trastorno de ansiedad.

Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad que consiste en que nuestro cerebro manda alarmas desproporcionadas ante algún animal, cosa, situación o persona que no representa ningún peligro. Pero, ¿cómo se crea una fobia? Veamos un ejemplo.

Este es Pedrito, y cuando era niño, un perro quiso morderlo. Se sintió en tanto peligro que su cerebro programó una alarma de ansiedad. Ahora, cada vez que Pedrito se acerca a cualquier perro, independientemente del tamaño o raza, su cerebro emocional mandará una alarma muy fuerte de ansiedad, pues sentirá que está en peligro de muerte, incluso aunque el perro no tenga intenciones de hacerle daño a Pedrito. A esa alarma exagerada le llamamos fobia.

Pero no es necesario que un perro nos haya querido morder para que nuestro cerebro emocional programe una alarma tan fuerte. A veces, sencillamente con que alguien nos haya dicho algo sobre los perros que nos haya asustado, o incluso con habernos imaginado en la escena de nuestra mente, donde hay una noticia en la tele sobre un perro que mordió a una persona, puede ser suficiente para que nuestro cerebro emocional programe una alarma exagerada hacia los perros.

Y ahora necesitamos desprogramar esa alarma, y la terapia psicológica es lo que nos ayudará a hacerlo. Para poder desprogramar esa alarma, debemos entender que el cerebro emocional solo aprende a través de la experiencia y no a través de razonamientos lógicos. Por eso es que todo el mundo podría decirte que los perros no te harán daño, y aun así, la alarma no será desactivada, e incluso tú mismo podrías darte cuenta de que tu fobia es absurda o irracional y aun así ser incapaz de superarla. Esto es porque, aunque tu parte racional del cerebro, principalmente la corteza frontal, sabe que no estás en peligro, tu parte emocional sigue mandando la alarma de la ansiedad que sencillamente te paraliza en el momento que estás frente a tu objeto de fobia.

La buena noticia es que el cerebro emocional puede reprogramar esa alarma, pero la única manera en que lo puede hacer es enfrentando el miedo. ¿Cómo es esto? Si Pedrito siempre huye de los perros y evita cualquier situación relacionada con ellos, eso le confirmará a su cerebro emocional que el peligro es real. Por lo tanto, la alarma se quedará igual o incluso irá aumentando con el tiempo. Pero si Pedrito comienza a tratar de acercarse a los perros gradualmente, su cerebro emocional verá que no sucede nada y entonces la alarma irá disminuyendo cada vez más.

Entonces, irá mandando una alarma cada vez menos intensa. Pero Pedrito debe tener cuidado de no acercarse de manera muy brusca, ya que esto le podría provocar un ataque de pánico y su cerebro emocional, en lugar de disminuir la alarma, podría incrementarla. Muchas personas no logran superar sus fobias debido a esto, ya que durante un tiempo evitan el objeto de su fobia y, en otro momento, se hartan y deciden enfrentarla de una vez por todas, pero lo hacen tan bruscamente que su cerebro emocional piensa algo como esto: "Se siente horrible, no lo vuelvas a hacer", y en lugar de disminuir la alarma, podría aumentarla. Entonces, otra vez regresan a evitar sus fobias.

Y aquí está el secreto, la clave para superar cualquier fobia: acercarnos al objeto de nuestra fobia únicamente hasta donde comenzamos a sentir el miedo y no hasta donde no aguantamos más. Si lo hacemos hasta donde no aguantamos más, sentiremos una sensación tan desagradable que será casi una tortura para nosotros y nuestro cerebro emocional confirmará que es una situación peligrosa. Pero si lo hacemos donde comienza nuestro miedo, entonces será mucho más sencillo.

Regresando al ejemplo de Pedrito, usando la técnica anteriormente dicha, Pedrito deberá acercarse hasta donde su miedo comience. Imaginemos que piensa a diez pasos de algún perro y ahí comienza a sentirse ansioso. En ese lugar deberá detenerse y quedarse ahí algunos minutos. Lo que sucederá es que su cerebro emocional estará un poco asustado, pero no demasiado, y Pedrito se quedará contemplando al perro. Quizás le vengan pensamientos de que tal vez el perro se le lance y lo muerda, pero el perro no hace nada a esa distancia. El perro tal vez ni siquiera ha notado la presencia de Pedrito, y esto le tranquiliza.

En un momento, el perro le mira. Pedrito se pone nervioso, pero el perro no se mueve. Luego, se voltea a otro lado. El cerebro emocional de Pedrito no entiende lo que sucede; el perro lo vio y después de todo no lo atacó. Quizás tuvo suerte. Quizás el perro no andaba de humor. Al otro día, Pedrito vuelve a hacer lo mismo, confirma que el perro sigue sin hacerle nada y ahora, estando a diez pasos, ya no siente miedo. Así que decide acercarse otros dos pasos más a donde comienza a sentir miedo de nuevo. Ahí se detiene. El perro, a esta distancia, ya no siente su presencia, se le queda mirando, se mueve un poco, Pedrito siente miedo, pero el perro solo se acomoda y sigue sin hacerle nada. El cerebro emocional de Pedrito empieza a pensar que quizás está exagerando con la alarma, quizás los perros no son tan agresivos como parecen o, al menos, no todos.

Pedrito sigue repitiendo este ejercicio hasta que el siguiente paso es tocar al perro. Le vienen las imágenes de que el perro, en cuanto lo toque, se sentirá amenazado y lo morderá. Pero el perro no hace ningún gesto de agresión, y eso le da confianza a Pedrito, que lentamente acerca la mano a la cabeza del perro y lo empieza a acariciar. El perro le lame la mano. El cerebro emocional de Pedrito piensa: "Estos quites alarma a los perros es una alarma falsa, solo déjala con los perros que se vean agresivos". Entonces, la fobia habrá desaparecido.

Y esto lo podemos hacer casi con cualquier tipo de fobia, desde la fobia a manejar, la fobia a los insectos, la fobia al agua, la fobia a salir a la calle, la fobia a los elevadores, etc. Aunque con otras fobias, como la fobia a volar en avión o la fobia social, será un poco diferente. Y aquí no podemos bajarnos del avión en cuanto sintamos temor o acercarnos a la gente hasta donde sintamos miedo y luego retirarnos, ya que podrían pensar que estamos locos. Para estas fobias, podemos usar técnicas en las que podamos enfrentar los miedos en nuestra imaginación. Es una forma de experimentar y enfrentar nuestros miedos de una manera segura y en situaciones donde no podemos enfrentarlas directamente.

La técnica de la peor fantasía consiste en pensar en nuestros peores miedos durante un periodo de tiempo diario. La hipnosis clínica también es una forma de enfrentar nuestros miedos en nuestra imaginación. Y hoy en día contamos también con la realidad virtual, que es una herramienta más que nos permite enfrentar nuestras fobias.

¿Qué hay con los medicamentos? Los medicamentos reducirán nuestros síntomas de ansiedad, por lo que pueden ayudarnos a enfrentar nuestras fobias más fácilmente y con ello, a desprogramarlas. Aunque estos medicamentos, por sí solos, no les programan las alarmas, por lo que es necesario la psicoterapia. Sin embargo, la mayoría de las veces se puede superar una fobia sin la necesidad de medicamentos. Así que recuerda que cuanto antes enfrentes a tu miedo, antes dejará de perseguirte.

Author: Ps. Fernando Rodriguez

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